/primavera
El viento caliente era el presagio de lluvia, al menos era lo que decían en su ciudad natal. Cuando era pequeño, celebraba aquellos días en los que su madre se daba por vencida, aceptando la agitación de su cabello diferente a su peinado habitual. El tipo de viento bueno para aprovechar el balcón y el silencio de la casa siempre y cuando el agua se mantenga en el interior de las nubes esparcidas.
Ahora, veía a Marina y los niños en el huerto, la televisión silenciosa, la cocina sin restos de uso hace ya mucho tiempo. Podría escoger uno de los libros de la antigua biblioteca, quitar el polvo plantado allí, fingiendo que leía, imaginándose la vida que siempre quisiera tener, dejando el reloj olvidado en algún cajón, aunque acababa apenas de dejar a la familia con el fin de aprovechar el bien inmueble antes de colocarlo para la venta. No sabe si la venderán mismo. A la final, el departamento y la oficina estaban a pocos minutos de distancia en carro, por lo que no sería mala idea mantener ese refugio para momentos de descanso.
Imaginó una tarde de ocio en plena semana de trabajo, quedarse en el balcón disfrutando las cálidas brisas o caminar hasta el parque que estaba cerca. Tener una casa de campo para los momentos en que el departamento o la oficina fueran intolerables era un sueño bucólico, con aires de viento caliente..